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domingo, 30 de septiembre de 2007

Entre Kannelmäki y Pasila

Kannelmäki y Pasila son dos distritos de las afueras de Helsinki en los que hay estudiantes viviendo. Este fin de semana hemos tenido fiesta en los dos sitios. El viernes, en Kannelmäki, era difícil decir a qué piso teníamos que ir, porque había fiesta en casi todas las plantas del edificio. Y ayer, en Pasila, el piso era bastante grande, pero estaba tan a reventar de mexicanos, españoles y franceses, entre otros, que cuando la poli llegó y nos dijo que desalojáramos (alguien se había quejado por el ruido), tardamos como 15 minutos en hacerlo.
Aun así, sigo prefiriendo los Jueves, que es cuando hay fiesta Erasmus de verdad, con botelleo previo en casa de los madrileños Chiscus y Aldara, y entrada libre a las discos de Helsinki. Que por cierto este jueves me perdí el botelleo (maldición), porque fui al IKEA después de clase y como está tan a tomar por saco, no pude llegar a Helsinki después de cenar hasta las 11 de la noche.
Hoy también hay fiesta Erasmus, pero aunque ayer me retiré pronto, me niego a salir 4 días seguidos, que yo no estoy hecho para eso.

lunes, 24 de septiembre de 2007

España 0 - Pakistán 1

Tras la fiesta gótica, me retiré yo antes que los demás, porque tenía sueño y tenía ganas de pillar la cama; es lo que tiene lo de salir 3 días seguidos. Mientras esperaba el autobús nocturno, estuve hablando con el francés que cantaba finés (ver post titulado Sitsit Party) y con un pakistaní. Como yo ya me sabía el autobús que había que coger y se lo expliqué a ellos, el pakistaní pensó que yo era finés (curiosa equivocación). Le dije que realmente soy de España, y él me preguntó si había conocido antes a alguien de su país. Y claro, la palabra que me vino de golpe a la cabeza fue "KEBAB", pero me contuve y le mentí. Por alguna razón me pareció un poco violento decirle: "sí, en España conozco a un montón de pakistaníes, porque son los que me sirven kebabs, además de algún turco y algún indio". Supongo que sería porque después de vivir un año con Alfonso tengo una imagen un poco degradada de la gente que trabaja en "kebaberías" (siento meterte en esto, Alfonso).
El caso es que seguimos hablando, y él me dijo que en Pakistán, además de la lengua nativa, el Urdu, también se enseña en clase desde la guardería inglés, con resultados por lo visto ampliamente mejores que en España. Según él mismo, su inglés era uno de los peores que podías oír de un pakistaní, y desde luego era mejor que el mío. Por cierto que también me dijo lo que hacía en Finlandia: Tesis doctoral sobre Nanotecnología. Tela.
Y yo pienso: si en un país islámico con un régimen dictatorial la educación es más eficiente que en España (excepto por el porcentaje de escolarización), ¿qué mierda estamos haciendo? España está en una posición privilegiada, pero desde luego no va a durar mucho si no nos ponemos las pilas.

La fiesta Gótica

Este sábado teníamos planeado hacer un botellón (botelleo para los amigos), pero lo pensamos un poco tarde, porque el Alko, que es el sitio donde venden alcohol de graduación superior a 4º, había cerrado a las 6. Como nos quedamos un poco secos, decidimos ir a Hevimesta, ya que allí teníamos cerveza por un euro hasta las once.
La sorpresa es que este sábado allí había una fiesta gótica, y daba casi miedo entrar. El local estaba lleno de gente vestida con los atuendos más extravagantes, originales y oscuros imaginables. En general, la peña llevaba menos ropa de lo normal para ser Finlandia (sobre todo las tías), y también había mucha gente de la cual era bastante difícil adivinar su sexo. Eso sí, al menos casi todo el mundo bailaba, pero de forma muy parecida a como lo haría un zombi, lo que no dejaba de ser un poco inquietante. Como dijo alguien: "no hay que cabrear a estos o nos matan y se beben nuestra sangre" (ya lo sé, he dicho zombis, no vampiros, pero parecía factible que les gustara beber sangre de niño muerto... o vivo).
Lo que me pareció más curioso fue que aunque el estilo de vestir era el mismo para la mayoría, todos tenían algo distinto al resto, y nadie era una copia de nadie. En general la fiesta me gustó mucho, porque me pareció bastante original y pintoresca. Además pusieron The Cure, y eso siempre ayuda. Lo malo es que estuvimos allí demasiado tiempo, por miedo a que en una discoteca nos hubiesen cobrado la de Dios por entrar.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Las borracheras escandinavas

Después de la sauna, mi vecino Raúl y yo nos acercamos a Helsinki, porque se decía que iba a haber fiesta Erasmus por ahí. Después de un kebab, fuimos a la discoteca en cuestión y resultó ser una falsa alarma: nada de fiesta Erasmus, lo que significaba que la cerveza no era a 1€, sino a 4,50€. Nos tomamos una y nos fuimos de allí espantados, ahora ya con cinco españoles más, con los que habíamos quedado previamente.
No había ningún plan, así que nos pusimos a deambular por el centro de Helsinki para ver si salía algo, y vaya si salió, pero para nada lo esperado: una finlandesa de unos 50 años que iba hasta el culísimo de alcohol, se dio cuenta de que hablábamos castellano, y se puso a hablar con nosotros (en español, por supuesto). Resulta que era viuda de un mexicano, y por ello hablaba en un castellano que, de no llevar ese pedal, habría sido muy correcto.
El caso es que la mujer se empeñó en invitarnos a todos a unos golpecicos, y al final tuvimos que aceptar, porque era imposible quitarle la idea de la cabeza, y tampoco íbamos a salir corriendo. En el primer sitio al que fuimos no la dejaron entrar (no sé si porque la vieron borracha o porque ya la conocían), así que entramos al siguiente (por cierto, lleno de más hispanohablantes) y nos sentamos.
La mujer pidió 3 botellas de un buen vino para los siete, de las que dimos buena cuenta mientras ella nos contaba su vida, nos decía lo poco que le gusta el sonido "c" en el español, y me prohibía comerme las uñas.
No sé cómo terminaría la cosa, porque los que vivimos fuera de Helsinki nos fuimos antes que el resto, pero me imagino que la pobre se quedaría dormida en algún sitio antes de llegar a su casa. Ahora ya lo puedo decir con toda seguridad: la fama de borrachos de los finlandeses se la han ganado a pulso.

Mi primera sauna

Si hay algo arraigado en la cultura finlandesa, sin duda es la sauna. Es muy, muy raro que haya un edificio de viviendas sin al menos una sauna para uso compartido. Tampoco es de extrañar el hecho de encontrarse una sauna (aunque pequeñita) en el hotel más ratero de Finlandia. Y además, también es común que haya saunas esparcidas en terrenos públicos, típicamente en medio de algún bosque. Y es que para los finlandeses la sauna en invierno (y ahora que ya hace fresquito también) es como para nosotros la piscina en verano: cualquier persona se acerca a la sauna como mínimo una vez por semana.
Pues bien, anoche había una fiesta internacional con sauna gratuita incluida en el edificio donde vivo, y no están los tiempos para desaprovechar ese tipo de encuentros, sobre todo si no tienes ni que salir a la calle para ir. Así, quedé con mi vecino de enfrente, y a eso de las 8 de la noche nos subimos a la última planta, que es donde está aquí la sauna. En el salón anejo (Dios, que palabra más fea) a la sauna no había demasiada gente pero, ¡cómo no!, ya teníamos allí a dos españoles a los que aún no había conocido, y a un peruano. Después de charlar un rato con ellos, nos dirigimos ya hacia la sauna.
Lo primero era una especie de vestuario, donde tienes que dejar toda tu ropa menos la toalla. Luego entramos a otra sala que ya estaba caliente. Los principiantes pensamos por un instante que eso ya era la sauna en sí, pero nada más lejos de la realidad: eran simplemente las duchas, y a la sauna se accedía cruzando esta sala por una puerta de madera y cristal. Pues nada, fuimos para adentro y... ¡a 80º C! Estaba lo que se dice muuuuuy caliente (para hacerse una idea, 80 grados es la temperatura a la que sale el café de una máquina), pero todavía era soportable. Se trataba de una habitación muy pequeña, con capacidad para un máximo de cinco personas, con bancos de madera y con paredes cubiertas también de madera. El calor sale de una especie de estufa que no es más que un montón de resistencias eléctricas cubiertas con piedras medianas.
Después de dos minutos empiezas a sudar bastante, pero aún hubo más. Tras nosotros, entraron un finés y un búlgaro, que al parecer ya estaban curtidos en esos asuntos, y decidieron poner la cosa un puntillo más fuerte. Para ello, simplemente echaron un poco de agua sobre las piedras de la estufa, que desapareció al instante, convertida en vapor. ¡Diooos, que dolor! Estuve a punto de salirme en ese mismo momento. El vapor quemaba la piel, y lo peor de todo: hacía el aire completamente irrespirable. Los otros dos nos dieron dos truquillos para poder respirar sin morir en el intento, pero la piel, los labios y los ojos seguían doliendo. El sudor empezó a gotear, y luego a chorrear. Nos salimos enseguida (unos 10 minutos o así), nos pegamos una ducha ultrafría, y nos salimos a la balcón a tomar el fresco (seguíamos solo con la toalla, a 10 grados y lloviendo). Después de un rato, volvimos a la sauna, otros 10 minutos y otra ducha fría. Me quedé totalmente relajado. Es brutal. Se pasa algún rato un poco durillo cuando estás dentro, pero en general es una experiencia genial, y pienso repetir (en cuanto me vuelva a salir gratis, claro).

PD: podría haber contado muchas más cosas, pero esto ya se hacía muy largo, y sé que algunos como el Paco se asustarán al ver tantas letras juntas.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Misteriosa Finlandia...

¿Por qué en Finlandia la gente cruza la calle por los pasos de peatones, cuando se podrían ahorrar lo menos 5 metros si eligieran el camino más corto? ¿Por qué en cuanto abres el grifo empieza a salir agua caliente instantáneamente, como si estuviera la caldera en el propio grifo? ¿Por qué aquí la gente cambia tanto del día a la noche (bueno, esa la sé)? ¿Por qué los profesores borran la pizarra con una esponja de baño húmeda? ¿Por qué en Finlandia se habla suajili? ¿Por qué el eMule me descarga a 500 KB/s? ¿Qué hace esta gente para llegar siempre a tiempo a todas partes (no como los españoles, y especialmente no como los yeclanos, y definitivamente NO como el Lonchas)? Y lo más importante, ¿por qué coño son tan chungas las asignaturas en este país cuando todos sabemos que los ERASMUS debemos ir totalmente de gratis?
Cuántos misterios me esconde este lugar...

Sitsit Party



El lunes todos los informáticos (y algún que otro infiltrado) estuvimos de cena de gala en el edificio del departamento de informática. Todo comenzó de forma muy sobria y sosa, con los finlandeses vestidos con sus mejores trajes y con una compostura ejemplar. Pero de todos es conocida la tendencia de estos/as muchacho/as a remojarse la garganta con alcoholes diversos, así que ya os podéis imaginar como terminamos (peña subida en las sillas, gente cantando en idiomas inexistentes, ¡yo bailando un vals, de nuevo!, etc.).
La cena estaba bastante buena, y se podía repetir, así que más de uno nos pusimos hasta las patas de comer. Y si no comimos más fue porque cada 3 minutos tocaban un gong en la mesa principal y todo el mundo se ponía a cantar canciones en finés, cuya letra teníamos escrita en un panfletillo. Lo más divertido era cómo nos las arreglábamos los extranjeros para cantar en finés (sobre todo el francés que había enfrente de mí, que parecía que se le iba la cabeza por momentos).
Y ahora, comento las fotos de la cena: la primera, es un brindis que se hacía antes de la cena, con varios españoles y un italiano. La segunda es mi mesa multicultural: entre las siete personas que se ven más cerca habíamos un finés, una china, un indio, un francés negro (era el que cantaba tanto), un español, un italiano y otro francés.

domingo, 9 de septiembre de 2007

El primer viaje

Hoy ha sido mi primer viaje turístico desde que estoy en Finlandia. No, no me he ido a Estocolmo ni a Laponia, el destino estaba un poco más cerca: la Suomenlinna, un conjunto de islas situadas frente a la costa de Helsinki. Están muy guapas, porque sobre ellas hay construída una fortaleza sueca que servía para proteger Helsinki de los rusos. Fue construida en el s. XVIII, cuando Finlandia era parte de Suecia y el Imperio Ruso comenzaba a amenazar a ambas.
Lo mejor: la fortaleza en sí, las vistas del mar y los cañones gigantes. Lo más gracioso de las islas: las casas antiguas, que están construídas bajo montículos cubiertos totalmente de césped, exactamente igual que la Comarca de El Señor de los Anillos.
Ah, y después de este viaje ya conozco a 5 españoles más, y a un húngaro. Eso sí, va a acordarse de todos los nombres Rita la cantaora.
Imagen de la suomenlinna en la Wikipedia (fortaleza)
Hobitton (casas-hobbit)

Por cierto que éste no es el último viaje que hago, ya que estamos planeando ya los viajes a San Petesburgo, Estocolmo, Tallin y, por supuesto, Laponia.

Hevimesta

Al parecer, en Finlandia la música más escuchada es el rock&roll. De hecho, no ocurre como en España, que los que escuchamos rock solo lo hacemos en casa, ya que si salimos el finde todo lo que nos ponen es bazofia para bailar. Aquí las discotecas, al menos las dos a las que he ido tienen una sala bien hermosa (pronunciando esta palabra como lo haría el gañán) en la que solamente se escucha música relacionada con el rock.
Por supuesto, también hay algún local dedicado especialmente a la música rock, y especialmente, a la música Heavy. Uno de ellos es Hevimesta, que es muy especial por una particularidad: se trata de un local donde se hacen karaokes heavys. Es la bomba. Puedes elegir cualquier canción de una lista bien grande para cantar (si sabes cantar, claro; yo, por ejemplo, no). En la lista hay canciones de grupos tales como Iron Maiden, Metallica, Kiss, AC/DC, Guns 'n Roses, Led Zeppellin, System of a Down, o incluso Du Hast de Rammstein. Dos colegas se atrevieron con Smoke on the Water de Deep Purple, y la verdad es que lo hicieron que te cagas. En cuanto a los finlandeses, eligieron canciones como Master of Puppets o Fear of the Dark, ambas de dioses de la música. Por cierto, los que sepáis cómo es la música Heavy (eh, Dani, ¿lo sabes?) imagináos los gorgoritos que hace la peña con la voz.
Otro aspecto curioso de estos garitos es el tipo de gente que va a ellos. Imaginaos al Heavy español estándar. Ahora ponedle pelo rubio platino, liso y brillante e imagináoslo imberbe. Pues así son los de aquí.
Y por último, también es destacable lo de la cerveza. En la "Happy Hour" de Hevimesta valía sólo 1€ el medio litro, pero a partir de las 10 de la noche vale 4€. Os podéis imaginar la cara de la gente que va a pedir birras a la 10:01 sin darse cuenta que la Happy Hour ya acabó.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Los bosques




Es muy fuerte el paisaje que se ve por aquí. Esto es algo así como los pirineos pero en llano. El campus de la universidad es básicamente un bosque gigante con algún que otro edificio aquí y allá. Las fotos de arriba dan fe: la primera es lo que veo cuando salgo de mi residencia y la segunda, un aparcamiento en medio del monte. En cuanto a la tercera, no tiene nada que ver, pero la he puesto para que veáis que aquí ninguna bicicleta que dejan en la calle tiene candado puesto.

PD: ya pondré fotos de mi habitación cuando la ordene, y fotos mías cuando me las pasen los colegas que las han hecho.

Sauna ESN evening party



Esto no me lo esperaba. Sauna Evening Party! Consiste en que la peña se despelota, se va a una sauna que hay al lao del mar, y luego se mete al agua! La temperatura exterior era de unos 5 grados, pero algunos fueron lo suficientemente valientes como para dar alguna brazada que otra. Lo más sorprendente es que muchísima gente se pegó un chapuzón: la sauna estaba a reventar, como se ve en la foto, y todo el que iba a la sauna se metía luego al mar. Yo no lo hice (podría poner muchas excusas, pero básicamente es porque no hubo huevos), aunque todo se andará.
Más tarde fuimos al centro de Helsinki (a la zona de Kamppi, como siempre) y entramos en un sitio para pijos en el que ponían System of a Down y Nirvana, entre otros. Y os aseguro que realmente era un sitio para pijos: uno de los Fineses que allí había se apostó mientras yo estuve mirando más de 100 € al black-jack. Por cierto que lo perdió todo, el muy reventao.

Postdata para las personas normales que hayan considerado durante un microsegundo la posibilidad de hacerme una visita: os lo recomiendo 100%. Helsinki es una de las mejores ciudades que he visto para salir de fiesta. Desde luego, Finlandia cambia muchísimo del día (con toda la gente con caras largas) a la noche (con todo el mundo desfasando por ahí).

Postdata para el Paco: 2 litros y medio de birra en toda la noche! Y eso que yo no soy de mucho beber cerveza si no es en el bar de Miguel...

jueves, 6 de septiembre de 2007

Fiesta de despedida (y II)



Y aquí unas cuantas más.

Fiesta de despedida (I)






Vox populi ha hablado y me ha pedido que ponga algunas fotos de la fiesta de despedida, así que aquí están. Si las queréis con más resolución, o deseáis ver el resto, tendréis que esperar a Navidad.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Finland is different

Ayer fue el primer día que salí de fiesta por aquí. Era algo así como una macro-fiesta de bienvenida de todas las universidades del área metropolitana de Helsinki, pero lo cierto es que la mayoría de los que fuimos éramos estudiantes internacionales. El local estaba guapísimo, una discoteca con varias salas en la que estaba prohibido fumar. El ambiente también molaba, con un montón de peña con la que charlar, y con música rock o música medio pachanguera según lo que te apeteciera (cada una en una sala).
Por cierto que es bastante común entre los Erasmus presentarse a la gente con un diminutivo de su propio nombre para que así sea más fácil de recordar, sobre todos para los que hablan otro idioma. Es algo que también viene bien dentro de los pubs o discotecas, para hacerse entender mejor con la música. Así, Florian es Flo, Fernando es Fer, Gregory es Greg (o algo así), etc. Supongo que a alguno de ellos ya le llamarían así en su país. Yo sigo siendo Arturo, porque "Ar" parece un saludo militar y "Artu" ya tiene dos sílabas, así que no vale.
Al final, acompañado por mi vecino Raúl, me retiré a eso de las 2, porque estaba lejos de mi casa y el último autobús salía a esa hora. Aun así, daba la sensación de que fuera mucho más tarde, ya que habíamos entrado a la discoteca nada menos que a las 10 y media. Definitivamente las cosas son distintas en este país.

El Imperio

La hispanización de Finlandia es sorprendente. Cada vez que he paseado por el centro de Helsinki me he encontrado con varios restaurantes de comida Española (uno de ellos en la plaza principal) o Mexicana. El otro día ya fue la bomba, cuando iba caminando con dos colegas y de repente desde uno de esos restaurantes empezó a escucharse una canción de Amaral...
En fin, es lógico que algún compatriota se quede por aquí, porque cada año vienen cientos de Erasmus españoles a pasar frío a estas tierras. Al parecer, este año, somos el país europeo que más estudiantes ha mandado a Finlandia, seguido por Francia. Esto prueba que lo que realmente busca mucha gente al viajar no es solecito y playa (como hacen los Fineses), sino cambiar de aires.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Foticos del viaje



Aquí cuelgo dos fotos que hice desde el avión.
La primera es de los Alpes, que ya (o todavía) estaban con nieve. La otra es lo primero que vi de Finlandia, cuando el avión atravesó las nubes para aterrizar. Ninguna de las dos hace justicia a lo que se veía realmente, pero es todo lo que pude conseguir.
Ya iré poniendo más, pero por ahora no tengo mucho tiempo para hacerlas.

El primer día

Durísimo. El transporte público indescifrable, los supermercados desaparecidos del mapa, el DNI que casi se me pierde... Menudo inicio. Pero bueno, al final ya estoy en mi habitación, la cual está bastante bien (como la que tenía en el piso de Benimaclet, o incluso mayor). En cuanto al tiempo, lluvia, que por lo que he oído es lo que viene habiendo diariamente, y frío moderado (de 8 a 15 grados).
La nota curiosa del día ha sido que me he encontrado por casualidad con un valenciano, tb informático, que conocía solo por messenger, Pau. Por cierto, éste iba con otros dos españoles (que sumándolos a los que había en el hotel, al madrileño, y al canario de esta mañana ya da una cifra alarmante).

La llegada

Otra vez vuelven los nervios, pero esta vez se pasan enseguida. Las dos finlandesas que hay esperándome en el aeropuerto de Vantaa para guiarme un poquillo son muy simpáticas, y curiosamente ¡entiendo lo que me dicen! Otra cosa es hacerme entender, pero ya iré mejorando. Además, con ellas había ya otro español de Erasmus, que encima también va a estudiar informática en mi misma universidad (noticia algo tranquilizante cuando lo único que escuchas a tu alrededor es finés).
La primera noche la paso en un hotel raterillo, pero con conexión Wi-Fi.

La salida de Barcelona

Nervios, colas, padres histéricos, el metro que se retrasa, el vuelo que no se sabe de qué terminal sale... Todas esos bonitos acontecimientos tuvieron lugar la mañana del 2 de Septiembre, día que salía desde Barcelona tras unas mini-vacaciones con mis padres. Al final llegué a tiempo a todos los sitios, pero los nervios seguían ahí, alimentados por preguntas como: ¿Sabré entenderme bien en inglés?, ¿Podré terminar la carrera este año?, ¿Estaré solo todo el año o conoceré a mucha gente?, o ¿me habré equivocado de país?
Pero bueno, al menos las increíbles vistas que tenía desde el avión y la comida caliente (sí, ¡caliente!) que me pusieron en el avión me ayudaron a olvidarme un poco de todo. El vuelo, estupendo, y encima con estadísticas, como me gusta a mí (altitud, distancia al destino, latitud y longitud, etc).

El papeleo

Bien, si hasta ahora alguien tenía ganas de irse de ERASMUS ahí va un consejo: jamás lo hagáis. Bueno, me he pasado un poco, pero es que el papeleo y los trámites que hay que hacer para la beca Erasmus es impresionante: que si selección de la universidad de origen, alojamiento, acuerdos preliminares con la universidad de destino, billete de avión, seguro médico y un largo etcétera, teniendo en cuenta que cuando se llega al país destino aún queda mucho por hacer.
Pero aun así, me retracto. Yo creo que merece la pena pillarse la Erasmus, aunque sólo sea por hacer turismo, y hay miles de razones más (en mi caso, millones). Sin embargo, lo dicho: preparaos para el durísimo mundo de los trámites administrativos.

Preámbulo

Señoras y señores (y tiícos), bienvenidos al mejor blog de la blogosfera intergaláctica, el inigualable, irrepetible, incomparable e i-máscosas blog titulado "El Arturo en Finlandia" (hasta que le cambie el título, claro). Aquí voy a poner todas las cosas que se puedan contar de mi experiencia en la Helsinki University of Technology, o al menos las que tenga tiempo y ganas de escribir.
Espero que mi prosa magistral sea del agrado de los más exquisitos internautas (incluso de la CIA, que siempre echa un ojo a las páginas muy visitadas, como lo va a ser ésta).