El caso es que los fineses, o al menos los que pueden y no tienen muchos exámentes en mayo, se pegan una semana entera de picnics, actividades frikis al aire libre y sobre todo, mucho, mucho alcohol. Yo sólo salí los dos últimos días de fiesta (el miércoles, y el jueves 1 de mayo). El primero, se suponía que había algo para ver en Esplanadi (una avenida muy ancha cerca del puerto), pero la verdad es que fue un acto bastante aburrido, con lo que lo único que quedaba por hacer era ir a Senaatintori y beber lo que cada uno tuviera, mientras se hablaba con los colegas. Ahí va una vista panorámica de esa tarde, con la plaza del Senado hasta el culo de peña:

El día siguiente, Vappu por excelencia, la idea era irse de picnic a Kaivopuisto, uno de los parques más grandes de Helsinki. Cada uno se encargaría de llevar una cosa distinta, así que alguno de nosotros nos encargamos de que no faltase la tortilla española en el menú.
El picnic estuvo bastante bien, sin duda mucho mejor que lo del día anterior. Fuimos con una chica finlandesa (Monika) y algunos de sus amigos, entre los que se encontraban otra finesa que hablaba español, y su noviete suizo, que también lo hablaba. Pero el verdadero puntazo fue Thomas, un Finlandés suecoparlante cuya novia(también presente) es mexicana, y con la que estuvo viviendo una temporada en México. El colega hablaba español fluído, con una mezcla de acento sueco y mexicano, que resultaba muy gracioso, sobre todo cuando decía expresiones mexicanas como "¿mande?", "a huevo", "ni modo", etc, etc. He aquí una foto en Kaivopuisto en la que (desafortunadamente) no sale ninguno de los que he nombrado, pero donde sí podéis ver algunas caras familiares:

En fin, Vappu está bien, pero con una poca más organización por parte de las autoridades (por ejemplo, conciertos al aire libre o alguna actividad que no sea beber en la calle), sería bastante mejor.
Lo que no fue conforme a lo esperable es la actuación de los finlandeses. Con lo borrachos que son, yo pensaba que en Vappu todos irían tan pasados de rosca que no se podría andar por la calle, pero aunque sí vi a algunos en ese estado, para nada tanto como me esperaba. Quizá sean más moderados de lo que nos creemos.