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domingo, 21 de septiembre de 2008

Un año, y lo que queda...

El día 3 de este mes cumplí mi primer año en Finlandia.

Quién me iba a decir a mi hace un año que iba a conseguir trabajo en Nokia. Que iba a conocer a tanta gente que merecía la pena. Que iba a ver a tanta gente conocida irse, y a tantos nuevos venir.

Y lo que me queda... A principios de mes me ofrecieron renovar el contrato hasta abril. Era una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar, sobre todo teniendo en cuenta lo difíciles que están las cosas en España, y lo bien que me tratan aquí. Así que ya contesté que sí, e imagino que la semana que viene o la otra firmaré el nuevo contrato.

Pero incluso después de todo lo bien que haya estado aquí, cada vez tengo más claro que mi vida está en España. Diría que en Yecla, que es de donde realmente me siento, aunque sepa que no es el mejor lugar del mundo para vivir. Además, allí tengo bastantes pocas oportunidades de trabajo, a decir verdad. Lo único que sé con seguridad es que en mayo volveré a Valencia, porque tengo que terminar la carrera de una p*** vez.

Después, todo se andará.

martes, 19 de agosto de 2008

Kayaking at Ëkenas

Hace unas semanas Blasco Travels (también llamado Albert) organizó una escapada de un día para ir a remar con kayaks al achipiélago de Ëkenas, a unos 100 km de Helsinki, que es además un Parque Natural. Nos apuntamos alrededor de 10 personas, la mayoría españoles (y de ellos, todos menos yo catalanes), aunque también estaban Celine (francesa), René (alemán), Michele (italiano) y un ruso del cual se me ha olvidao el nombre.



La idea era montarse cada uno en un kayak, pillarle el tranquillo (no es tan fácil mantenerse en equilibrio al principio), remar unas horitas hasta una isla donde hacer una barbacoa, y luego volver al punto de partida. Todo salió de lujo hasta el mediodía: paisajes impresionantes, caminos recónditos entre las islas, picnic, bañito en el mar, y mucho, mucho sol. Eso sí, después de tres horas de piragua por la mañana, ya se notaba cansancio, aunque nadie estaba demasiado preocupado, porque se suponía que a la vuelta llevaríamos el viento a favor. Aquí tenéis una foto del lugar donde paramos para comer:



Como decía, por la tarde deberíamos haber llevado el viento a favor, de no ser porque después de comer nos perdimos completamente en un laberinto de islas. Las muy cabronas parecían todas iguales, y no se podía ver ninguna forma parecida en el mapa que llevábamos cada uno. Albert y Roger, los que iban en cabeza, son técnicamente los culpables de todo, pero la verdad es que los demás estábamos pasando totalmente de mirar el mapa hasta que fue demasiado tarde. Vamos, que fue culpa de todos.

Tras otras 4 horas más de remo por la tarde, ya casi sin poder mover los brazos, y con la mitad de la expedición con la piel quemada por el sol, empezó a ser evidente que teníamos un problemilla. La pobre Celine no podía más, así que decidimos atar su kayak al de Roger y Albert (a más de uno tampoco nos hubiese venido mal). Por suerte, vimos a un pescador y le pedimos que nos dijese en qué parte del mapa nos encontrábamos. Imaginaos el cosquilleo (también llamado pánico) que se apoderó de nuestros estómagos cuando el colega pasó la página del mapa y nos dijo que estábamos unos 7 u 8 km más al Este de lo que nos pensábamos, y que por tanto el puerto donde deberíamos haber ido nos quedaba a más de 10 km de distancia. Suerte que había otro a "sólo" dos km, donde pedimos al dueño de los kayaks que fuera a encontrarse con nosotros. De lo contrario, y teniendo en cuenta lo hechos polvo que íbamos, yo creo que no habríamos llegado a ningún sitio antes de hacerse de noche (y mira que se hacía de noche tarde en Julio).

Por último, como perdimos el último tren a Helsinki, nos tocó volvernos en taxi. Por suerte no fue mucho más caro que el tren.

Más que Blasco Travels, Blasco Adventures.

viernes, 8 de agosto de 2008

Misión: Imposible

Buscar piso es siempre una mierda. Buscar piso en Helsinki es una putada. José Kannelmaki (no, no es el apellido) y yo llevamos intentando encontrar uno para cuando nos echen de casa desde Junio. Él tuvo suerte y consiguió que le dieran una habitación en Otaniemi, porque alguien que se suponía que iba a vivir allí cambió de planes. En cuanto a mí, estoy bien jodido.

Hasta ahora he estado "tó feliz" pagando sólo 195 €/mes por mi habitación, con agua, electricidad e internet incluidos, y con baño propio, y encima con un compañero finés que hablaba, lo cual es mucho decir si se trata de Otaniemi (dejemos el tema de los chinos aparte). Pero cuando sales de la confortable burbuja de la TKY (la unión de estudiantes de la uni) al mundo real, tela. Lo mejor que se puede encontrar por 400 al mes es un agujero de 20 m^2, a un mínimo de 30 minutos en bus de Ruoholahti (donde trabajo). Además este año parece que vienen muchísimos Erasmus, por lo que incluso esos agujeros vuelan dos horas después de que cuelguen el anuncio, ya que los servicios de alojamiento de las universidades se han desbordado y la gente está como loca por encontrar piso.

En fin, las dos últimas semanas de agosto tendré que pegarme un maratón de mandar e-mails y hacer llamadas. E-mails y llamadas que, por cierto, contestan pocas veces si el anuncio de alquiler estaba escrito en finés (debe ser que no quieren extranjeros). La pena es que el Google Translator sólo funciona bien para entender los anuncios, no para redactar la respuesta.

Al menos tengo la seguridad de que por penoso que sea mi nuevo piso, no tendrá cucarachas. Bendito frío.

Playa Helsingissä!!!

Parece que el verano se ha terminado para mí en Helsinki. Esta semana ha empezado a llover casi diariamente. Además, las noches van haciendo acto de presencia, y ya tenemos 4 o 5 horas de oscuridad absoluta.

Pero no todo el verano ha sido así. Días interminables, temperaturas agradables (nunca demasiado frío ni demasiado calor)... y playa. Y es que aunque parezca mentira hay varios sucedáneos de playa en la zona de Helsinki. Algunos, como Hietaranta, son muy populares, y en verano se ponen hasta arriba de fineses con ganas de pillar cáncer de piel (otra cosa en la que son líderes mundiales, junto con el consumo de helado per cápita -totalmente verídico-, o el consumo de alcohol -eso a nadie le sorprende-).

Hietaranta no es de demasiada calidad, sobre todo porque cuando te adentras un poco hay algas, pero un bañico en el agua fresca del Báltico -más o menos como la de la piscina de mi campo- sienta genial si hace el suficiente sol. Ah, y viene al dedillo para recuperarte de resacas irrecuperables (una vegada mès, gràcies per la teva ajuda, Terve!). Además, Hietaranta tiene algunos detalles, cuanto menos, "exóticos". Veamos una foto de un día que fui con unos colegas:



¿Falta algo? Pues como mínimo, un par de sombrillas, ¿no? Otra cosa que falta es sal y olor a mar, ya que el mar Báltico es prácticamente de agua dulce, lo que se hace algo raro para los que estamos acostumbraos a Benidorm. Otras peculiaridades son el hecho de que el enorme cementerio de Helsinki está lindando con la playa (por si algún difunto quiere refrescarse), y que en vez de jugarse al volley-playa se juega al frizzbie por equipos.

Como dirían en mi pueblo, a falta de pan, buenas son tortas.

sábado, 5 de julio de 2008

Midsummer

Se me olvidaba que en mi viaje de ida a España escribí una entrada para el blog, que no publiqué por no tener Internet. Mejor tarde que nunca:

Desde Frankfurt, Alemania.

5 horas. Ése es el tiempo que tengo que esperar en el aeropuerto de Frankfurt para que salga mi vuelo hacia Valencia. Ahora ya entendéis por qué actualizo el blog, ¿no? ¡Porque no hay otra cosa que hacer! Se suponía que hoy tenía que examinar un documento del trabajo para, la semana que viene, presentar una conclusión sobre él en el, pero simplemente me resulta imposible ponerme a leer RFC's ahora. Ya he visto una peli, pero no me da tiempo a empezar otra, y bla bla bla, vamos, que esto no le interesa a nadie, así que cambio de tercio.

Esta semana ha sido de risa en el trabajo. Entre que yo estaba más preocupado haciendo papeleos y buscando piso, y que esta es la semana de "midsummer" (vamos, el día más largo del año, que es fiesta en Finlandia, y cuyas celebraciones duran varios días), no he hecho prácticamente nada. Y encima me han pagado mi primer sueldo de Nokia (me han entrado hasta remordimientos cuanto lo he visto). A ver si recargo fuerzas en España y la semana que viene me pongo a trabajar a muerte.

El caso es que con esto del midsummer, Nokia invita a todos sus empleados a una macrofiesta con comida, bebida, y conciertos gratis. Contado así puede parecer la hostia, pero no es para tanto. Empezando por la bebida, sólo hay cerveza finesa (no me gusta demasiado) y sidra de sabores, y además los dos conciertos que se dieron no eran de lo mejor, a decir verdad. Al menos la comida era buena, y me lo pas'e bien con mis compañeros. Además, más tarde tuvimos entrada libre al Lux. Podría extenderme un poco más, pero mi avión sale casi ya, así que simplemente colgaré una foto de la fiesta (que fue a puerta cerrada, en el centriquísimo parque de Kaisaniemi), y el final del discurso del presidente de la compañía. Los que sepáis inglés no intentéis entenderlo todo, porque al final habla algo en Suomi ("kiitos paljon" es "muchas gracias").






Por cierto, el aeropuerto de Frankfurt es impresionantemente gigantesco. Esto sí es un aeropuerto internacional; he visto llegar boeings de Malasia, Qatar, ¡hasta de Irán! ¿Quién puede querer volar a Irán?

lunes, 2 de junio de 2008

Mes nuevo, vida nueva

El Erasmus se ha terminado. La mayoría de la gente que he conocido este año ya se ha ido a su país, dejando atrás recuerdos, casas vacías, y soledad. De los que no lo han hecho todavía, la mayoría lo harán durante este mes. Sin embargo, la vida sigue en Helsinki.
Tras más de 15 días de transición, entre las vacaciones que me pillé para recorrer Finlandia en coche con unos amigos, la continua partida de gente conocida, y los últimos días de tener algo de tiempo libre, ahora comienza una nueva etapa, totalmente distinta a lo que han sido los últimos meses. En primer lugar, hoy he empezado a trabajar a jornada completa, ya como trabajador interno de Nokia. En principio me daba mucha pereza tener que estar 8 horas diarias programando y resolviendo problemas, pero así podré centrarme más en el proyecto, aprovechar más el tiempo, practicar más inglés, y conocer mejor a mis compañeros de trabajo. Por no hablar del aumento de sueldo, que aún no sé en cuánto va a consistir. En segundo lugar, Otaniemi (donde vivo) se ha quedado desierto, con lo que ya no es el sitio de reunión que era antes. Por eso, cuando quiera ver a la peña que queda en Finlandia, o simplemente hablar algo de castellano, deberé acercarme al Ghetto (Kannelmäki), que está un poco a tomar por saco.
Es verdad que he pasado días de bajón, pero tengo muchas cosas positivas que sacar de estos meses. Aparte de los beneficios que saco de mi trabajo, sobre todo la experiencia, una de ellas es aprender a valorar más mi tiempo libre, ahora que va a ser escaso. Otra es hacer piña con los que quedamos, y conocernos de forma menos superficial, porque el vacío de gente se nota, y todos tenemos necesidad de llenarlo.

Y poco más por ahora. Puede parecer que ésta es una entrada pesimista, pero hoy me encuentro muy bien, no sé por qué. Imagino que me tomo este verano como un reto personal.

PD: algunos de los colegas que se han ido, y algún otro que se queda pero no tiene sitio donde ponerlas, me han dejado cosas. Éstas van desde comida o alcohol (Vodka Finlandia), a un aislante para el saco de dormir, pasando por detergente, espuma de afeitar, carbón para barbacoa, tazas, y un largo etcétera. Ahora mismo tengo el piso macizo, lleno de cosas que esperan ser reclamadas por sus amos legítimos, o a ser utilizadas por mí. Espero gastar cosas antes de mudarme de piso en Septiembre, si no habrá que empezar a tirar algo (sobre todo cola-cao, que tengo 4 botes llenos).

domingo, 18 de mayo de 2008

Tráfico de personas

Estos días son días de cambios. El Erasmus se acaba, y muchos se están yendo a su país en un continuo goteo de gente. La última, la polaca Magda, esta misma mañana. Que por cierto, me ha vendido lo que le quedaba de su bono para la piscina, así que ahora me toca nadar (qué pereza!).

Por otra parte, este fin de semana han venido amigos de España de Carlos y Sergio, así que hemos tenido más actividad que de costumbre, en parte también porque se han acabado los exámenes. Ayer sábado nos fuimos unos cuantos con Sergio y sus dos colegas a hacer una barbacoa a Nuuksio, un parque natural que hay a tan sólo 15 o 20 km de donde vivo. Por la noche, hubo Lux, una de las discotecas más caras del centro de helsinki, a la que sólo había ido una vez.

La verdad es que creo que no soy consciente de hasta qué punto todo será diferente dentro de sólo dos semanas. La gente con la que paso ahora casi todo mi tiempo libre se habrá ido, muchos para no volver, y quién sabe si para verlos de nuevo (se intentará quedar, pero es difícil teniendo en cuenta lo lejos que estaremos todos, y que muchos terminan de ser estudiantes este año). Por otra parte, es previsible que desde el 1 de Junio yo comience a trabajar como interno en Nokia, echando 8 horas diarias, en vez de las 5 de ahora. Vamos, que teniendo en cuenta la poca gente que queda viviendo en Otaniemi, me va a ser difícil estar entre semana con los pocos amigos que queden por aquí. Al menos, a ver si hablando solamente con mis compañeros de trabajo mejoro mi inglés.

En fin, ya os contaré. Por ahora, termino con dos noticias breves: la primera, mañana comenzamos un viaje en coche de una semana por Finlandia, el cual teníamos previsto desde hace meses. La segunda, estaré en España del 20 al 24 de Junio (no sabéis las ganas que tengo de que llegue el momento).

lunes, 5 de mayo de 2008

Los dos pajarraquillos

Como sabéis, o deberíais de saber, el 27 de Abril fue mi cumple. Caía domingo, así que lo ideal hubiera sido celebrarlo el sábado por la noche. Pero había varios problemas, como que mucha gente había ido de viaje a Estocolmo ese finde, y que ya había dos fiestas organizadas en Kannelmäki (cómo no). Por ello, decidí pasar de intentar hacer mi propia fiesta, y simplemente "aprovechar" las que ya había "convocadas", en las que nos presentamos la parte del sector Otaniemi que estaba disponible (incluyendo a Gaby, que había venido a Helsinki a hacer unos papeleos).

Esa noche tocaban fiestas temáticas: una de ellas era la "policeman party" (en casa de Tere, donde estuve la mayor parte del tiempo), y la otra, la "beach party revisited" (dos pisos más abajo). Por alguna razón, imagino que porque iba mentalizado para celebraciones (¿o sería por el Absolut?), esa noche me lo pasé genial, hablando de cosas trascendentales, o bailando en la azotea, o simplemente diciendo gilipolleces en el viaje de vuelta a casa con Juanjo y Gaby. Aquí podéis ver una foto del principio de la noche, cuando tomamos prestado uno de los gorros de la policeman party:


El domingo se suponía que iba a hacer una barbacoa, o al menos una comida, con los colegas más cercanos. Al final, el hecho de que no me levantase hasta las 3 de la tarde, jugó en contra de los planes previos. En vez de ello, quedamos unos cuantos otaniemenses por la noche en la common room, donde nos comimos una pequeña tarta y echamos unos futbolines.

PD: Ante algunas dudas que me han sido comunicadas, hay que decir que el título de la entrada sólo hace referencia a mi edad.

viernes, 2 de mayo de 2008

Vappu

El 1º de Mayo es uno de los días más señalados en Finlandia. El origen de esta fiesta en el norte de Europa parece ser mucho más antiguo que el del día del trabajo, y tiene como tema principal la llegada de la primavera y de los días de luz a esta zona. Aun así, la idea original del 1º de Mayo en Finlandia se ha mezclado en gran parte con la celebración del día internacional del trabajo. Además, poco a poco el protagonismo lo han ido ganando los estudiantes, y ahora el llamado Vappu es principalmente una fiesta de universitarios, estudiantes en general, y de gente más crecidita que quiere rememorar sus días "mozos" con su vestimenta típica del instituto o de la universidad. Para los Teekkaris (los estudiantes de ingienierías), esta vestimenta consiste básicamente en un mono de trabajo cuyo color depende de cada facultad, y que puede ser negro, blanco, azul, marrón, ... ¡incluso rosa!; más el gorro Teekkari.

El caso es que los fineses, o al menos los que pueden y no tienen muchos exámentes en mayo, se pegan una semana entera de picnics, actividades frikis al aire libre y sobre todo, mucho, mucho alcohol. Yo sólo salí los dos últimos días de fiesta (el miércoles, y el jueves 1 de mayo). El primero, se suponía que había algo para ver en Esplanadi (una avenida muy ancha cerca del puerto), pero la verdad es que fue un acto bastante aburrido, con lo que lo único que quedaba por hacer era ir a Senaatintori y beber lo que cada uno tuviera, mientras se hablaba con los colegas. Ahí va una vista panorámica de esa tarde, con la plaza del Senado hasta el culo de peña:



















El día siguiente, Vappu por excelencia, la idea era irse de picnic a Kaivopuisto, uno de los parques más grandes de Helsinki. Cada uno se encargaría de llevar una cosa distinta, así que alguno de nosotros nos encargamos de que no faltase la tortilla española en el menú.

El picnic estuvo bastante bien, sin duda mucho mejor que lo del día anterior. Fuimos con una chica finlandesa (Monika) y algunos de sus amigos, entre los que se encontraban otra finesa que hablaba español, y su noviete suizo, que también lo hablaba. Pero el verdadero puntazo fue Thomas, un Finlandés suecoparlante cuya novia(también presente) es mexicana, y con la que estuvo viviendo una temporada en México. El colega hablaba español fluído, con una mezcla de acento sueco y mexicano, que resultaba muy gracioso, sobre todo cuando decía expresiones mexicanas como "¿mande?", "a huevo", "ni modo", etc, etc. He aquí una foto en Kaivopuisto en la que (desafortunadamente) no sale ninguno de los que he nombrado, pero donde sí podéis ver algunas caras familiares:



















En fin, Vappu está bien, pero con una poca más organización por parte de las autoridades (por ejemplo, conciertos al aire libre o alguna actividad que no sea beber en la calle), sería bastante mejor.

Lo que no fue conforme a lo esperable es la actuación de los finlandeses. Con lo borrachos que son, yo pensaba que en Vappu todos irían tan pasados de rosca que no se podría andar por la calle, pero aunque sí vi a algunos en ese estado, para nada tanto como me esperaba. Quizá sean más moderados de lo que nos creemos.

viernes, 25 de abril de 2008

Estocolmo (y III): miscelánea

El idioma sueco es, al igual que el resto de idiomas escandinavos (que no el finés), bastante parecido al alemán. De hecho, si no tienes mucha idea, es imposible diferenciar uno de otro viéndolos escritos. Aun así, hablado, la cosa cambia: el sueco es mucho más suave que el alemán, y puede sonar bien incluso para cosas que no sean formar una banda de rock industrial. De hecho, en Finlandia el sueco es también idioma oficial, y a decir verdad, escrito me parecía bastante desagradable, pero hablado la cosa cambia.




Pasado el momento friki, continúo. Sobre los suecos y suecas, hay que decir que hay demasiado mito: ni todos son tan rubios, ni todos son tan guapos (por comparar, lo primero los fineses lo son mucho más, pero en lo segundo sí ganan los suecos). Por otro lado, parece que Suecia se está "sureñizando", y que la gente ya tiene más picardía que en Finlandia. Aquí es más difícil que, por ejemplo, uno que ha usado antes que tú un baño público de a euro te deje entrar sin pagar, o que el siguiente te pida que le dejes hacerlo. Ah, y por no hablar del robo que presenciamos en un McDonalds a las 2 o 3 de la madrugada, en la que alguien cogió una hamburguesa y se fue corriendo sin pagar, tan feliz, tras su gran golpe.
Sobre el dinero, en precios Suecia es a Finlandia lo mismo que Finlandia es a España: vamos, que todo es "fucking" caro. Sobre todo, impresiona lo que te gastas al salir por la noche. Por ejemplo, el alcohol fuerte lo venden por centilitros, y el precio no baja de 15 coronas/cl, lo que es casi 2 €/cl. En cuanto a la cerveza, la más barata creo que estaba a 6 € la pinta.
Los locales de fiesta del centro son, por norma general, muy pijos, pero no entramos a ninguna discoteca de esa zona porque, aunque la media de edad de los que íbamos era de más de 25 años, yo no cumplía la restricción de edad de 23-24 años (de todos es sabido que soy un yogurín, por lo que no me dejan ir de fiesta con puretas). Al final, nos fuimos a una discoteca montada en un barco, por lo que nos clavaron 120 coronas, que creo que no las merecía.

Y nada más, ya creo que he hablado lo suficiente sobre los suecos. Si queréis saber más, id mirando vuelos a Suecia en Internet.

jueves, 24 de abril de 2008

Estocolmo (II): den Stad

Gracias a que Gaby vive en Estocolmo, pudimos quedarnos en su casa para dormir tras meter 2 colchones y una colchoneta hinchable en su piso. Éste está muy bien, ya que es bastante grande para una persona, y tiene baño y cocina no compartidos. Además es muy nuevo y muy céntrico, y está al lado de una parada de metro, con lo que en 20 minutos se puede llegar a cualquier parte de la ciudad. Hablando de metro, el transporte público de Estocolmo es uno de los mejores que he visto nunca: rápido, cómodo y muy extendido por toda la ciudad. Lo único malo que tiene es que los conductores de metro no saben lo que significa frenar o acelerar suavemente.
En cuanto a la ciudad en sí, es realmente impresionante. Caminando por la isla de Gamla Stan (ciudad vieja, en sueco) y sus alrededores, se pueden ver desde edificios a cada cual más grandioso, hasta calles estrechísimas muy curiosas. También son dignas de ver las callejuelas comerciales con tiendas realmente variadas y pintorescas. Y por supuesto, lo son los grandes canales que hay entre las 14 islas sobre las que se asienta la ciudad, que se encuentran en el punto donde un lago desemboca en una entrada muy larga del mar Báltico en tierra.

Ahora, por orden: foto desde uno de los puentes que van a Gamla Stan, con el edificio del Ayuntamiento al fondo; los viajeros en la calle más estrecha de la capital sueca; y una visión semi-nocturna esta vez ya desde el Ayuntamiento.

































No me gusta hablar mal de Helsinki, por eso de ser una ciudad que me ha dado tantas oportunidades, pero hablando claro, Estocolmo le mete mil patadas como ciudad. Allí todo da sensación de cierto esplendor, lujo y grandeza, mientras que aquí todo tiene cierto regustillo cutre (supongo que porque los Fineses son más pragmáticos que los suecos, y sólo se preocupan de lo importante, y no de los detalles o las apariencias). No sé si será por la habilidad de nuestra guía o por cómo realmente es la ciudad, pero todos los lugares por donde pasábamos durante el viaje merecían la pena de ver.

Desde hace unos días, gracias a la presión de Juanjo, podéis "disfrutar" de todas las fotos del viaje en mi web de Picasa.

lunes, 14 de abril de 2008

Estocolmo (I): el viaje espontáneo

Hace algún tiempo, decidimos ir de viaje a Estocolmo el último fin de semana de Abril, a visitar a Gaby, y por supuesto, a ver la ciudad. Al principio de la semana pasada, comenzamos a planear mejor el viaje, ya viendo horarios, días posibles, etc, pero poco a poco se fue viendo que ese fin de semana no era muy adecuado, porque los exámenes estaban cerca, y había gente que por presentaciones de trabajos no podía venir. Por eso, en la comida del miércoles empezamos a pensar en un cambio de la fecha del viaje. El problema era que encontrar una fecha apropiada resultaba muy difícil, sobre todo cuando sólo queda mes y medio de Erasmus, y teniendo en cuenta que hay otro viaje pendiente a North Cape. Finalmente alguien dijo: ¿y por qué no vamos mañana? La idea, un poco precipitada al principio, comenzó a tomar forma, y tras avisar a los interesados y ver que todos estábamos de acuerdo (en un principio, Juanjo, Sergio, Neus, Lothar, Gaby, en cuya casa nos quedaríamos, y yo), reservamos los billetes. Al final, Lothar (de Alemania) se echó atrás porque había suspendido un examen, por lo que "he wasn't in the mood to celebrate".

Total, que el Jueves a las 5 de la tarde ya estábamos en el barco. Nos esperaban unas 16 horas de viaje hasta Estocolmo, adonde llegaríamos alrededor 10 de la mañana del día siguiente. En el barco pasamos el tiempo jugando a las cartas, descansando y viendo el paisaje de la costa de Finlandia (es decir, bosque, bosque y más bosque, sin mucho rastro de presencia humana), normalmente desde las ventanas del barco, porque el frío no nos dejaba salir mucho a cubierta. El camarote era para los cuatro, y era minúsculo, pero tenía buena ventilación.
El barco tenía una tienda tax-free, donde lo más interesante para comprar era alcohol, que estaba un poco más barato que en Finlandia. También había varios otros servicios, como buffet libre (del que pasamos como de la mierda, al costar 31€ el cubierto), casino, bares, restaurante de comida rápida, y discoteca. Hay que decir que estos barcos de la Viking Line hasta Estocolmo tienen muy buena fama por las fiestas que se montan por las noches, pero a mí la discoteca me pareció un truño donde sólo te podías divertir si ibas borracho hasta las trancas (no era el caso). Pero bueno, quitando la decepción de la fiesta, el viaje de ida no estuvo mal.

Ahora es el turno de algunas fotillos que hicimos desde el barco. En la primera, de izquierda a derecha, somos Neus, Sergio, yo y Julia, compañera de piso de Teresa que iba a Estocolmo por su cuenta. En la segunda foto, la puesta de sol en el Báltico, y en la tercera, otro crucero que salió justo antes que el nuestro desde el puerto de Helsinki.























































Así fue como comenzó la historia de este viaje a la capital Sueca. Para más información, sigan atentos.

domingo, 6 de abril de 2008

Mus

Tiene cojones la cosa, pero pese a los infructuosos intentos de Víctor en primero de carrera, he terminado aprendiendo a jugar al Mus en Finlandia, en mi cuarto año. Juego universitario español por excelencia, es jugado fervientemente en muchas universidades e incluso institutos de España (por lo que veo, especialmente en Madrid y Zaragoza), pero en otras zonas universitarias del país (véase Valencia) es bastante poco común. El caso es que gracias a Raúl, de Alcorcón, y a otros cuantos gurús del Mus, este juego se ha hecho muy popular entre los españoles que estamos de Erasmus en el TKK, e incluso entre algunos no tan españoles (destacan mexicanos y alemanes, aunque estos últimos no saben mentir, lo que les hace perder casi siempre). Yo me he enganchado bastante (qué raro), aunque no soy un buen jugador, y ahora todas las semanas caen varias partidas, ya sea en las sobremesas entre semana o los domingos.

Hace unos días, se tuvo la idea de hacer un campeonato de Mus en Otaniemi, al que podía apuntarse todo el que quisiera. Unas 25 personas vinieron a jugar, y estuvimos con ello desde las 6 de la tarde a las 11 de la noche. Yo perdí estrepitosamente, a lo que contribuyó que mi compañero fuera un alemán que no había jugado casi nada, pero al menos gané un "amistoso" (la escuela de Finlandia contra la escuela de España) que no puntuaba para el campeonato, y uno "oficial" al que me reenganché cuando se retiró un jugador de un equipo. El campeonato no se terminó porque la gente tenía ya ganas de irse de fiesta, pero lo importante es que lo pasamos bien, incluso los perdedores.

Por cierto, una de las cosas que más joden de jugar al mus al principio, es la jerga que se usa, desde palabras necesarias siempre (envite, órdago, mus, no mus, corrido y sin señas, juego, medias, dúplex, punto, etc), a expresiones menos comunes (zapatero, zaragozana, mus negro, solomillo, perete, etc), pasando por varias formas de decir cosas que tienen otro nombre específico (va, con la mano, habla, quiero dos, etc, etc).

sábado, 29 de marzo de 2008

Sol y... nieve

Estos primeros días de la primavera han sido lo más parecido a un invierno que hemos tenido en Helsinki. Temperaturas que no suben de 0º durante varios días, mínimas de entre -8º y -10º, y sobre todo, nieve. A continuación cuelgo una gráfica de la temperatura de un día cualquiera de hace una semana:

Por supuesto, nada que ver con un invierno normal en Helsinki, pero algo es algo. El frío se soporta bien siempre que no haga mucho viento, y siempre que no te quedes parado en la calle. En cualquier caso, lo mejor que ha traído esto ha sido una buena cantidad de nieve, que algunos días ha llegado a unos 30 cm de espesor, combinada con muchos días soleados. Es impresionante cuando se mezclan las dos cosas, porque acostumbrado a una Finlandia oscura y triste, cuando hay Sol y nieve todo parece brillar. De alguna forma esos días me ponen contento, y me inyectan mucho optimismo. A los fineses les ocurre algo parecido, creo yo; de hecho, si vas a comprar al supermercado un día de esos, la cajera puede que incluso ¡te sonría!.















































Por cierto, que estos días se ha probado la efectividad de los neumáticos fineses: el tráfico circula casi con toda normalidad aunque haya una capa de nieve o hielo en las carreteras. Sólo cuando los autobuses frenaban en las paradas perdían un poco el control, alguno de ellos comiéndose el adoquín.

Y nada más por ahora. Después de casi un mes sin escribir, espero poder poner próximamente a mis asiduos lectores al día con las cosas que han ocurrido por aquí las últimas semanas, especialmente, la visita de parte de la family.

martes, 11 de marzo de 2008

Free Sitsit

Hoy he estado estudiando un rato en un aula que tienen reservada algunos de mis colegas españoles para hacer sus proyectos. En principio me iba a pegar allí toda la tarde, pero entre ir a buscar un café, ver mis correos, y abrir el libro, la verdad es que no he aprovechado el tiempo.
Alrededor de las 6, ha empezado a acumular un montón de gente fuera del aula (algo impensable en el departamento de informática, donde después de las cinco es difícil ver a alguien). Después de un rato, hemos visto que la gente se ha puesto a cenar, y además ha ido algún guitarrista a tocar, y otro tío a cantar. Con curiosidad, hemos estado mirando fuera del aula un poco para ver si conocíamos a alguien, y de repente me he dado cuenta que uno de mis compañeros de trabajo, el ruso Sergey, estaba allí, y curiosamente en la misma mesa que mi compañero de piso, el chino dios-sabe-cómo-se-llama. Me he acercado a hablar un poco con ellos, y Sergey me ha dicho que la cena era para los que habían trabajado en un proyecto que terminó hace algún tiempo. Como había mucha gente, me ha dicho que yo también podía cenar si quería, porque nadie se iba a dar cuenta. Después de pensármelo un poco, he pillado un plato, lo he llenado de carne y champiñones, y me he sentado en un sitio libre al lado de ellos.
La conversación ha sido amena, aunque mayormente friki-informática. En mi mesa había, además del ruso y el chino, un peruano (qué raro, un hispanohablante en Finlandia), un finés casado con una peruana, otro chino (¡están en todas partes!) y algún otro desconocido con el que no he hablado.
La cena estaba buenísima, sobre todo acompañada con un poquillo de vino, y el postre también merecía la pena. Lo que me pregunto es cómo en mi departamento cocinan tan bien algunas veces y tan mal los días normales.

martes, 4 de marzo de 2008

Cosillas

Eso de tener un móvil con cámara hace que uno pueda captar todo lo que le llame la atención, y que normalmente no se puede por no tener siempre una cámara de verdad a mano. Revisando las fotos, he visto algunas dignas de colgar aquí (así, además, relleno huecos, que tengo la bitácora muy abandonada).

La primera es simplemente el mar Báltico congelado, algo raro de ver este año, pero que en inviernos normales ocurre desde diciembre a abril.


La segunda la hice un día que me olvidé la llave magnética de Nokia en casa, y me tocó volverme por la orilla del mar. Hacía un frío que pelaba, pero esta familia de patos no tenía ningún problema (insensatos, ¡id a África!). Es sólo una prueba más de que el cambio climático afecta a los animales, sobre todo a los migratorios, muchos de los cuales este año se han quedado por aquí. Por cierto, los colegas no tenían miedo de la gente; de hecho, si os fijáis están corriendo hacia mí con cara de asesinos.

La que viene ahora la tomé el día del Kalevala, un libro tan importante para los fineses que celebran el día en que se publicó como una fiesta nacional. Impresiona un poco ver por todas partes donde haya un palo firme (bueno, casi todas) una bandera de Finlandia, a cada cual más grande. Si en España hicieran eso, enseguida les llamarían falangistas.


La siguiente es simplemente mi adusto espacio de trabajo en Ruoholahti. Cuando pueda publicaré más fotos del interior del edificio de Nokia, porque está bastante guapo.

Foto eliminada (acabo de enterarme que no se pueden hacer fotos dentro del edificio)


La última puede parecer un poco absurda, pero representa algo muy característico de los fineses: la puntualidad enfermiza. Estos días que estoy tomando el autobús a diario, les estoy observando bien, y son todos iguales: normalmente llegan a la parada de autobús un buen rato antes de que pase, y se quedan mirando hacia la dirección de la que va a venir, sin apartar la vista para nada. Si el autobús se retrasa 30 segundos (lo cual es raro que ocurra), empiezan a moverse nerviosamente, pero siempre mirando al horizonte. Bueno, vale, suena a tontería que me choque tanto, pero vosotros (hablo a los que me leen desde España) no habéis estados rodeados por hordas de fineses ávidos por subir al bus.

The Swedish Dream

El sábado Gaby nos dejó en busca de una vida mejor en Estocolmo. Bueno, realmente es que va a hacer allí su Master's Thesis, imagino que porque tras estudiar un año allí, conocería a algún pinche profesor que la ayudase. Ah, bueno, y porque según sus palabras, "Helsinki es una mierda" (y no lo dijo en voz baja, no).
Bueno, el caso es que el viernes tuvimos una velada de despedida, con cine (fueron a ver la última de Bardem), cena mexicana en un restaurante que se llama Santa Fé (con tilde) y luego un bar rockero. La comida estuvo muy buena, pero demasiado picante para mi gusto, porque se ve que tenía por las dos partes, la finesa y la mexicana (un chingo de chile, wey). En la cena éramos 12, así que nos costó bastante encontrar sitio, y empezamos a cenar a las 11. El bar era bastante curioso, porque estaba abierto a una de las múltiples pseudogalerías que hay por Helsinki, en la cual, por cierto, había un restaurante chino que cerraba a las 5 o 6 de la mañana (y no lo digo con doble intención, Gaby).


En fin, la noche estuvo chida, pero no por ello deja de ser una pena que Gaby nos deje. Lo hemos pasado muy bien juntos, con el viaje a Tallin, las decenas y decenas de comidas en Dipoli, su "¡no es sieeeerto!" e incluso alguna que otra noche de pasarnos tomando juntos. El hecho de que se vaya me recuerda que llevo aquí seis meses, y que sólo me quedan tres de Erasmus, que no voy a poder disfrutar como el Dios Erasmus manda por el trabajo y las clases (lo cual está bien culero). Puede que me quede aquí este verano, pero la gente se habrá ido, y no será lo mismo.

sábado, 23 de febrero de 2008

New Born

Después de un gran desgaste cerebral causado por la presión de los últimos días, y por mi supuesta incapacidad de seguir un horario estricto, el domingo pasado me propuse un cambio serio. Sabía que no podía compaginar el trabajo y los estudios si continuaba con unos horarios de pena (acostándome y levantándome a cualquier hora, pasando horas muertas en internet, viendo series, etc), así que decidí buscar fuerza de voluntad de donde fuera para poder ir a dormir todos los días a las 23:30, con el fin de estar a las 8 y algo en el trabajo, y poder salir de allí antes de comer. Realmente llevo 4 años (desde que salí de Bachillerato) intentando organizarme un poco la vida, y no lo había conseguido hasta ahora. Pero esta vez sí.
Imagino que el hecho de estar muy motivado con mi trabajo me permite vencer mi "vaguitis" innata y ser capaz de aprovechar el tiempo más que nunca. Y la verdad es que jode tener que estar todo el día pringando (las mañanas en el trabajo, y las tardes en clase y estudiando), pero cuando llego a casa a las 10 después del gimnasio, además de muy cansado, también me siento realmente satisfecho por todo lo que he hecho ese día. Espero poder continuar así, porque de ese modo podré terminar la carrera en Julio. Además, si consigo que los resultados en mi trabajo no sean penosos, es probable que me amplíen el contrato por unos meses más, lo que sería realmente genial.
Por cierto, hay algo que ha ayudado a incrementar aún más mi motivación este año, y es que me han comunicado el valor total de mi beca Erasmus, y va a ser bastante mayor de lo que esperaba en un principio. En septiembre sólo tenía asegurados 2500 € de la beca de intercambio, y en diciembre me concedieron la beca del MEC (3000 €). Pero ahora resulta que el gobierno va a dar 250€ más por mes a los alumnos de intercambio que sean becarios del MEC. El total (alrededor de 8600€) me da para pagarme todo el año Erasmus, y un poco más. Ante esto, sólo puedo decir que estoy encantado con haberme venido a Finlandia en año de elecciones :P

Lo que un n95 no puede hacer

Después de que en el trabajo me dieran el Nokia n95, todo el mundo se pasa la vida diciéndome cómo mola mi móvil. La verdad es que sí que mola, pero no es para tanto. El GPS tiene un alcance penoso, y cuesta mucho usarlo dentro de un autobús, por ejemplo. La interfaz gráfica es muy lenta, y los menús parece que estén organizados por un zagalico de 7 años. Además, la memoria RAM se le llena si estás navegando por Internet más de 20 minutos, o si tienes varios programas abiertos.
Es cierto que la cámara tiene 5 Megapixels, pero no tiene la calidad de una cámara de verdad. Dicen que se puede tomar videos en calidad DVD, pero ni de coña (aunque el sonido es muy bueno). En cuanto a las fotos, el n95 no podría sacar imágenes como éstas, que tomé un día en Otaniemi al salir de la oficina con la cámara de verdad:

































En fin, me lo han dado de gratis, y no me quejo (de hecho, me encanta), pero a riesgo de hundir el marketing de mi empresa, he de decir que jamás pagaría 600 € por ese móvil. Para ordenador ya tengo mi portátil.

domingo, 17 de febrero de 2008

Lost & Found Reloaded

Anoche fue el cumpleaños de Riccardo, así que la fiesta típica de cada sábado no fue por una vez en el guetto Kannelmäki, sino en Otaniemi. El lugar concreto fue la "common room", que es una sala con billar, futbolines, sillas, sofás, etc. para ser usadas por los estudiantes que viven aquí en pisos HOAS (nosotros no somos de HOAS, sino de TKY, pero la usamos de todos modos). Aquí van algunas fotos de la noche, incluyendo las risas falsas de algunos (ejem, ejem) y la mierda de futbolín que teníamos.












A decir verdad, y por triste que parezca, me enteré de que podíamos disponer de esa sala hace una semana, lo que da fe de que se hacen demasiadas pocas fiestas por aquí. De aquí en adelante convocaremos más.
En fin, el hecho de que la fiesta sea a dos pasos de tu casa tiene muchas ventajas, como no tener que pillar la guagua/camión/bus una hora antes de que empiece la fiesta, o como poder ir a tu casa a cambiarte si la temperatura de la fiesta sube demasiado (cosa que ocurrió), o como poder retirarte directamente cuando la cosa se muera. Es una pena que la última ventaja no la aprovechase, porque cuando se vació la common room, la mayoría nos fuimos a Helsinki a dar una vuelta. De hecho, llenamos un autobús (e incluso se quedó gente atrás para el siguiente), y el desfase durante el viaje fue tan grande, que llegué a temer que el conductor nos parara en medio de la nada (llámese Lauttasaari) y nos dijera que nos bajásemos. Por cierto, con desfase me refiero a la mitad de la gente de pie, bailando, saltando, cantando himnos nacionales, llamando al camarero...
Ya en Helsinki, y después de ciertas dudas y varios problemas de incontinencia urinaria provocados por el alcohol, decidimos ir de nuevo a Lost & Found. Me lo pasé bien, aunque esta vez nadie me invitó a nada, y aunque el bajón comenzaba a hacer mella en algunos. Aquí va una foto ya en L&F (perdonad las caras de borrachos). De izquierda a derecha, el canarión Sergio, el yeclano Arturo, la catalana Tere y el ciudadano del mundo (mexicano de corazón) Juanjo:

sábado, 16 de febrero de 2008

Rincones perdidos de Otaniemi

Es curioso como un pedazo de tierra tan pequeño como Otaniemi (el cabo en el Báltico donde se encuentra mi universidad, y también mi casa) tenga tantos rincones diferentes. El hecho de que sea bastante llano, y de que en gran parte esté cubierto de bosque (lo que resta visibilidad) hace que no sepas lo que hay 50 metros más allá de donde estás a no ser que vayas a verlo con tus propios ojos.
Hoy he estado trabajando en mi facultad por la mañana. Por la tarde, después de comer y de ir a Helsinki a comprar alcohol para esta noche, ya no me apetecía ponerme a trabajar. Por ello, aprovechando que los alrededores de la facultad de Informática no los tenía explorados, y dado que el tiempo era bueno (vale, estábamos a -5º, pero no hacía viento), me he decidido a darme un paseo por los alrededores. A tan sólo 3 minutos del edificio de Informática, ya me he encontrado con la orilla del Báltico, que en Otaniemi está casi totalmente cubierta de un tipo raro de cañas (ahora secas). Pero alejándome un poco más, he descubierto que esta zona es un observatorio de aves en verano, ya que es un lugar donde el mar termina en una especie de zona pantanosa. De todas formas, tras la helada que está pegando (¡por fin!) los últimos días (anoche llegamos a -13º), el mar se ha congelado entre Otaniemi y Helsinki, y hoy se podía caminar por encima de la ciénaga como si fuese puro asfalto.
En general el paseo ha estado bien, pero en invierno el paisaje de Finlandia se ve muy triste, con los chopos sin hojas, la maleza seca, los patos en África... en conclusión, es un mundo sin color.
A continuación podéis ver algunas de las fotos que he tomado esta tarde. La primera, es el camino por el que he estado hoy, la segunda es el sendero al más puro estilo finés que llevaba a la torre para observar aves, la tercera es el mar congelado, con Otaniemi y su "heating centre" a la derecha, y la cuarta es la parte de la ciénaga que está cubierta de árboles.












miércoles, 6 de febrero de 2008

Beneficios

Después de llevar trabajando oficialmente en Nokia una semana, puedo hacer un balance de las cosas positivas (de las negativas todavía no) que me aporta el trabajo. En primer lugar, por supuesto, está la experiencia que puede darme esta oportunidad, y también el hecho de poder poner algo interesante en el CV. Pero centrémonos en cosas más mundanas...

Como empleado de un laboratorio de la universidad y de Nokia al mismo tiempo, tengo beneficios por las dos partes, a saber:
-Despacho en la universidad.
-Lugar de trabajo en Nokia (Helsinki), con un portátil IBM que puedo sacar del edificio cuanto crea necesario.
-Servicios disponibles en el edificio de Nokia, como gimnasio (aunque normalmente voy al que hay al lado de mi casa), sala para siestas ("Silent Room", no sé si alguien la usa realmente, porque me da miedo entrar), correo postal gratuito, biblioteca y hemeroteca, etc. Por no hablar de las "espléndidas" vistas al cementerio de Helsinki.
-Material académico disponible de forma indefinida (folios, bolis, grapadoras, carpetas, portaminas, y en general, cualquier cosa que puedan vender en una papelería).
-Material de oficina (destacan los CDs y DVDs, que puedo sacar también hasta que me canse).
-Llaves magnéticas para el edificio de Nokia y para los principales edificios de mi universidad, a los que puedo acceder a cualquier hora (por ejemplo, un domingo, si me he dejado algo en la oficina). Ya he recibido alguna propuesta para hacer una fiesta en el Main Building, pero me he negado.
-Invitación a algún que otro evento de Nokia (ej: el Kick Off en Jämsä)
-Ya tengo el Nokia n95 que me prometieron.

Y bueno en general está genial, porque además de que lo que he mencionado puede ser muy útil, también me permite fardar un poquillo, mostrando alguna función inimaginable del n95, o abriendo puertas con tarjetas magnéticas :P

Por cierto, que hoy he tenido que firmar un documento permitiendo que investiguen mis antecedentes penales, no sea que hayan dado a un delincuente tantos derechos y permisos. Espero que no encuentren nada de mi turbio pasado en la mina.

lunes, 4 de febrero de 2008

Beach Party @ Kannelmäki

El sábado, unos chicos de Kannelmäki organizaron una "fiesta playera", a la que todo el mundo debería haber ido vestido como si estuviese en la playa un día de agosto. Y digo "debería haber ido", porque la inmensa mayoría de la gente (incluyéndome a mí) se rajó, e iba vestido como cualquier otro sábado.
Aún así, todavía hubo unos cuantos que fueron fieles a la esencia de la fiesta, como se puede apreciar parcialmente en estas fotos:














La fiesta estuvo divertida, o al menos, yo me lo pasé muy bien, incluso teniendo en cuenta que mis colegas que habían vuelto de Laponia me estaban poniendo los dientes largos con los relatos del viaje. A una hora indeterminada (ya no me acuerdo), unos cuantos decidimos ir a Helsinki, y cuando bajábamos del edificio, nos cruzamos a la poli, que se disponía a desalojar el piso, lo cual suele ocurrir sábado tras sábado en varios pisos de estudiantes de Kannelmäki.

Ya en Helsinki, dejamos decidir a un rastafari español que lleva aquí ya algún tiempo, y nos llevó a un local llamado Lost & Found, que al parecer es un sitio de cierto ambiente gay. Allí ligué (bueno, la realidad es que una finesa borracha intentó ligar conmigo sobornándome con cerveza, pero aunque yo me bebía todo lo que me daba, no me dejé ligar).

Cuando cerraron el sitio, alrededor de las 3:30 o 4 de la madrugada, los tres de Otaniemi que quedábamos debíamos buscarnos la vida para llegar a casa, ya que los autobuses habían terminado, y no comenzaban de nuevo hasta las 8 y pico. Además, en las paradas de taxis había una cola inverosímil (debí hacerle una foto, ¡mierda!), y en la calle hacía mucho viento. Tras sopesar todas las posibilidades Sergio y yo estábamos por volver andando (como buenos peregrinos), pero Juanjo decía que o le invitábamos otro día a una botella de whisky o no se volvía caminando. Como estábamos muy insistentes, terminó cediendo sin derecho a botella de whisky, ya que en ningún momento aceptamos su chantaje. El camino fue duro, como demuestran las caras largas de la siguiente foto (ampliadla), pero al final llegamos a Otaniemi a las 6 y algo, y dormimos como unos campeones.



























En cuanto tenga un poco de tiempo, todas las fotos de esta noche irán, como (casi) siempre, a picasaweb.google.com/artu86yec.

Another post about weather

Desde la nevada que cayó y que conté en el post anterior, el tiempo me está tocando los cojones. No es porque haga frío, sino porque nieva cada dos o tres días (eso está bien), pero la nieve empieza a derretirse casi al momento, y si la noche siguiente hiela, la nieve aguada que hay en el suelo se convierte en pistas de hielo como ésta:
























Obviamente, los días en los que la calle amanece así, todos debemos andar con mucho cuidado, excepto los fineses, que prefieren ir a toda velocidad, y si se resbalan, aceleran más.
Para evitar caídas, yo suelo caminar "campo a través", por donde no hay caminos, donde suele quedar algo de nieve no aplastada. Lo malo es que no siempre existe esa opción.

No puedo terminar esta entrada sin mencionar lo cabrones y crueles que son algunos (¿eh, Carlos?) cuando alguien se cae en el hielo (¿eh, Sergio?). Las carcajadas que pegó cuando eso ocurrió fueron tan grandes que los fineses que pasaban se quedaron escandalizados. Bueno, lo reconozco, yo también me reí, y me habría reído aunque hubiera sido yo el que se cayó.

jueves, 24 de enero de 2008

Abundante pero efímera

Hoy ha caído una buena tormenta de nieve en Otaniemi. Ha estado toda la mañana nevando con ventisca, al más puro estilo "Polo Norte". Al final, todo ha quedado cubierto con una manta de nieve de unos 5 cm de espesor, con lo que he podido poner a prueba nuevamente mis botas.
La mala noticia es que estamos sobre cero, y la nieve se está derritiendo, dejando paso a una masa pegajosa de chapapote. Es una pena que el invierno esté siendo tan atípico, porque no se ve la nieve ni en pintura. Hubiera estado bien poder irme a Laponia con mis amigos este sábado, pero duty is duty, así que tendré que conformarme con pasar un invierno lluvioso y oscuro en el sur de Finlandia.
Por lo menos, hoy hemos disfrutado de paisajes geniales, a los que estas fotos no hacen justicia:


















Nokia kick-off (y II)

En el kick-off de esta semana no solamente hubo que trabajar y resistir sesiones interminables de presentaciones, también hubo tiempo para la diversión, y para el intercambio cultural. El lunes, tras terminar las reuniones, fuimos a las pistas de esquí e hicimos carreras de trineos (yo quedé sexto de siete grupos, pero es que nunca había montado en trineo). Más tarde, nos esperaba una sesión de sauna de 6 horas, hasta las 12 de la noche.
La sauna estaba bastante lejos de las pistas y de la cabaña donde nos quedamos, ya que estaba situada en la orilla de un lago congelado (cómo no). Antes de entrar a la sauna, estuvimos en la "antesala" jugando a un juego de cartas ruso, cuyo nombre significaba algo así como "el lerdo", ya que importaba más quién perdía que quién ganaba. Más tarde, entramos a la sauna (era una sauna de humo, un tipo de sauna que aún no había probado), y tras unos 10 minutos, me di el chapuzón de rigor en el lago, y fui corriendo al jacuzzi para entrar en calor. Por cierto, que el jacuzzi era una pasada. Estaba al aire libre, pero el agua estaba a más de 40º, y podían entrar hasta 7 u 8 personas. Después de un baño en el lago, el jacuzzi sienta como 7 tilas seguidas, para dormir como un dios escandinavo.
Tras repetir varias veces el ritual de la sauna, dimos por terminada la noche. Por cierto, que he de decir que cuando se toma sauna con una pandilla de fineses, es casi obligatorio ir en pelotas, así que no tenté a mi suerte, y seguí la tradición. A decir verdad, no se siente ningún pudor, porque todos ellos (incluyendo a la única mujer que había alrededor de 14 tíos) lo hacen de una forma muy natural, como si lo estuvieran haciendo desde pequeños (lo cual es la pura realidad, prácticamente llevan su vida de sauna en sauna).
Y bien, no hay mucho más que contar de esos dos días. Bueno, sólo que el jefazo gordo me dijo en el tren de vuelta que ya es hora de ir cambiando mi móvil ;)

miércoles, 23 de enero de 2008

Nokia kick-off (I)

Esta semana, mi jefe en Nokia organizó una especie de viaje informal a Jämsä, un pueblecito del centro de Finlandia en el que hay una estación de esquí y un resort de ocio. El motivo era la celebración del kick-off de nuestro proyecto, lo que consiste básicamente en una serie de reuniones informales en las que se fijan las especificaciones del producto que se debe desarrollar, y la metodología que se va a utilizar para hacerlo.
En principio, me pensaba que el proyecto era algo más simple, porque solamente conocía a mi grupo de trabajo (un Ruso, un Pakistaní, un Húngaro, mi jefe (Finés) y yo), pero en realidad somos unas 15 personas en Finlandia y otras 10 ó 15 en Sao Paulo, Brasil. Obviamente, al kick-off sólo estábamos invitados los que vivimos en Finlandia, por lo que éramos exactamente 15 personas, entre desarrolladores (como yo), SCRUM masters (algo similar a jefe de subproyecto), "testeadores" o probadores, encargados de documentación, etc.
Por suerte, el contenido específico de lo que se dijo allí durante los dos días que duró el evento es confidencial, así que no os aburriré más con aspectos técnicos. Por ahora, sólo decir que el balance general del kick-off fue bastante positivo, ya que me permitió conocer mejor a mis compañeros de trabajo, practicar inglés sin ningún español cerca durante dos días seguidos, enterarme de cómo funcionan este tipo de reuniones en una empresa grande, y muchas cosas más. Y eso que todavía no he nombrado los beneficios tangibles que me reporta el hecho de trabajar para Nokia (eso lo dejo para mañana).

domingo, 20 de enero de 2008

Turku

Ayer estuve de viaje en Turku, la antigua capital de Finlandia, y una de las ciudades del país donde más sueco-parlantes hay. La visita turística en sí fue bastante asquerosa, porque hizo un día malísimo (lluvia, aguanieve y viento durante gran parte del día), con lo que no pudimos disfrutar mucho del tiempo que estuvimos allí. Además, la ciudad, aun siendo una de las más antiguas de Finlandia, no tiene gran cosa para ver si quitamos el castillo medieval y la catedral. En general, parece que todas las ciudades del país son muy sosas y serias. Vale, ya sé que sólo he visto dos, pero no creo que sea coincidencia.

El día comenzó bastante temprano: a las 6:45 de la mañana, tras dormir menos de 4 horas, salimos desde Otaniemi para coger el tren en Helsinki a las 7:30. Los trenes son muy cómodos, o al menos no hacen tanto ruido como en España, y eso teniendo en cuenta que van casi al doble de velocidad que los regionales de Renfe. El viaje duró alrededor de dos horas, lo que me permitió recuperar algo de sueño. Cuando llegamos, el tiempo era tan malo que nos pasamos una buena parte de la mañana refugiándonos en cafeterías de la ciudad, mientras intentábamos llegar al castillo por la orilla del río (era un pateo bien largo).

El castillo empezó a construirse como fuerte alrededor del S. XIV, lo que lo convierte en uno de los edificios más antiguos que se conservan por aquí, si no el que más. Es muy poco simétrico y sus pasillos y escaleras son muy tortuosos, cosa que me gustó bastante, porque le daba cierta sensación de misterio. Además, aunque por fuera no lo parezca, su anti-simetría rompía un poco con la monotonía que tienen la mayoría de edificios de Finlandia.



Tras ir al castillo, volvimos al centro, comimos en un restaurante italiano (era bueno, pero un pelín caro), y visitamos la catedral, la universidad y poco más. La catedral es el edificio más bonito que vi en Turku, aunque no pudimos visitarla "como Dios manda" por dentro porque había una boda y no se podía pasar (de hecho parecía que los invitados tampoco pudieran entrar, ya que desde lejos parecía que sólo estaban los novios y los padrinos). En la siguiente foto se ve la catedral a lo lejos, y más cerca a Sergio sin brazos, y los espíritus del resto:



En fin, el viaje fue un poco decepcionante, pero al menos nos lo pasamos bien. Además, ahora ya puedo decir que he visitado una ciudad de Finlandia, aparte de Helsinki (Espoo no cuenta, porque todavía me he movido por la ciudad con la intención de ver cosas).

Fran Perean käynti

Como ya he contado alguna vez, la serie "Los Serrano" es, por extravagante que parezca, bastante popular en Finlandia. Parece ser que están echando las primeras temporadas en versión original subtitulada, y tiene muy buena acogida, especialmente entre las quinceañeras suomis, que están encantadas con Fran Perea (imaginaos cómo se pondrán cuando en la serie solamente salgan cuerpos esculturales, como pasa en las últimas temporadas). Aquí os dejo la imagen de una revista de aquí que da fe de lo que digo. Os aconsejo que pinchéis en ella y leáis las cosas que pone en castellano para cada personaje de la serie:



















El caso es que, el pasado Diciembre, Fran Perea se pasó por Helsinki para firmar su disco o algo así, y por lo que cuenta la gente, la cola que se formó en Kamppi para conseguir una autógrafo era monumental. Pau estuvo allí con una amiga (aunque no son fans especiales), y sólo por ser españoles, a ellos les dejaron pasar sin hacer cola, por lo que consiguió fotos como esta:



















Hala, para que luego nos quejemos de que los yankis llenen las carteleras de cine y la programación de la tele en España. ¡Nosotros también exportamos nuestra "cultura", coño!

viernes, 18 de enero de 2008

Productos Yeclanos

Estos días me he llevado dos sorpresas por Helsinki. La primera, fue un día de esta semana (creo que el miércoles), cuando yendo al museo de Historia de Finlandia con Sergio, Ignacio y Juanjo, me encontré unas botas New Rock en una tienda gótica. Ya sabía que New Rock era una empresa Yeclana medianamente conocida en el resto de España pero, ¿en Finlandia? Pues conocida o no, los suomis góticos la compran.
La segunda fue tras salir del edificio de Nokia ayer Jueves. Iba con mi compañero de trabajo ruso, y me propuso acompañarle al Alko, porque quería comprarse algo, y pillaba de camino. Pues bien, esto es lo que me encontré en la sección de vinos de "Espanja":



Esto me produjo tanta sorpresa que no pude contenerme, y me llevé la botella por un precio unas dos o tres veces mayor que el que hubiera pagado por ella en Yecla. Es curioso que tenga que venir a Finlandia para probar el Hécula de Bodegas Castaño...
En fin, sólo me queda una cosa por decir: no he visto ni un sólo vino de Jumilla. :P

Pérdida

Al final, el domingo pasado no fui a patinar a la pista del centro de Helsinki, porque cerraba a las 8 de la tarde (sí, ya sabéis, esa hora a la cual todos los finlandeses se disponen a irse a dormir o a salir a emborracharse). Lo que hicimos en vez de eso fue ir a Baker's (un pub del centro) a tomar una cerveza rápida, que sirvió para reencontrarme con algunos de mis colegolas de aquí.
Y tan rápida. Yo ni siquiera me tomé una cerveza, porque se me hizo muy tarde, y cuando llegué al bar todo el mundo se había acabado ya la suya. Mi problema fue un poco a causa de no acordarme de que si antes de salir de casa no sabes exactamente donde vas con el bus, en Finlandia te pierdes, porque las indicaciones son penosas. Yo solamente sabía que para llegar pronto a Helsinki me convenía coger una línea de autobús que no había pillado antes, ir a un sitio donde nunca había estado, y coger otra línea también nueva para mí. Con las prisas no me informé lo suficiente del número de paradas y todo eso, así que el resultado fue que terminé perdido en mitad de Espoo.

Creo que es una de las veces que más perdido me he encontrado. Las "calles" de Espoo son todas iguales: una carretera zigzagueante en medio del bosque y con algún edificio esparcido por los lados. Además, el hecho de que no sean rectas y de que los giros no sean de 90º, hace que al cabo de 10 minutos en el autobús uno pierda el norte, y se desoriente totalmente. Finalmente, con mucha dificultad, encontré el camino hacia la civilización, pero como ya dije, llegando más de una hora tarde a mi destino.

domingo, 13 de enero de 2008

Hogar, dulce (y oscuro) hogar

Ya estoy de vuelta en Finlandia, desde que ayer aterricé en el aeropuerto internacional de Helsinki-Vantaa alrededor de las 2:45 de la tarde. Nada parece haber cambiado desde que me fui: sigue sin verse el Sol ni en pintura, continúa haciendo muy poco frío y los fineses siguen tan rubios como siempre. Una de las pocas cosas que ha cambiado es que el transporte público ha subido, con lo que un viaje de autobús urbano sale ahora por "sólo" €3,80.
En la universidad, las cosas están más tranquilas que de costumbre, pues parece que no todo el mundo ha vuelto todavía de sus vacaciones de navidad (excepto los chinos, que la mayoría se ha quedado aquí). Además, muchísimos Erasmus solamente venían para 4 meses, con lo que sus sitios también están a la espera de ser cubiertos por nuevos estudiantes.

Después de dormir 13 horas seguidas, hoy voy a darme una vuelta por Helsinki, y voy a intentar aprender a patinar sobre hielo en la pista al aire libre que hay en el centro. Espero que la próxima vez que escriba no tenga ningún hueso roto. Por ahora, os dejo con una de las primeras imágenes que vi al aterrizar, y que muestra la luminosidad en la que me encuentro.