Google
 

lunes, 2 de junio de 2008

Mes nuevo, vida nueva

El Erasmus se ha terminado. La mayoría de la gente que he conocido este año ya se ha ido a su país, dejando atrás recuerdos, casas vacías, y soledad. De los que no lo han hecho todavía, la mayoría lo harán durante este mes. Sin embargo, la vida sigue en Helsinki.
Tras más de 15 días de transición, entre las vacaciones que me pillé para recorrer Finlandia en coche con unos amigos, la continua partida de gente conocida, y los últimos días de tener algo de tiempo libre, ahora comienza una nueva etapa, totalmente distinta a lo que han sido los últimos meses. En primer lugar, hoy he empezado a trabajar a jornada completa, ya como trabajador interno de Nokia. En principio me daba mucha pereza tener que estar 8 horas diarias programando y resolviendo problemas, pero así podré centrarme más en el proyecto, aprovechar más el tiempo, practicar más inglés, y conocer mejor a mis compañeros de trabajo. Por no hablar del aumento de sueldo, que aún no sé en cuánto va a consistir. En segundo lugar, Otaniemi (donde vivo) se ha quedado desierto, con lo que ya no es el sitio de reunión que era antes. Por eso, cuando quiera ver a la peña que queda en Finlandia, o simplemente hablar algo de castellano, deberé acercarme al Ghetto (Kannelmäki), que está un poco a tomar por saco.
Es verdad que he pasado días de bajón, pero tengo muchas cosas positivas que sacar de estos meses. Aparte de los beneficios que saco de mi trabajo, sobre todo la experiencia, una de ellas es aprender a valorar más mi tiempo libre, ahora que va a ser escaso. Otra es hacer piña con los que quedamos, y conocernos de forma menos superficial, porque el vacío de gente se nota, y todos tenemos necesidad de llenarlo.

Y poco más por ahora. Puede parecer que ésta es una entrada pesimista, pero hoy me encuentro muy bien, no sé por qué. Imagino que me tomo este verano como un reto personal.

PD: algunos de los colegas que se han ido, y algún otro que se queda pero no tiene sitio donde ponerlas, me han dejado cosas. Éstas van desde comida o alcohol (Vodka Finlandia), a un aislante para el saco de dormir, pasando por detergente, espuma de afeitar, carbón para barbacoa, tazas, y un largo etcétera. Ahora mismo tengo el piso macizo, lleno de cosas que esperan ser reclamadas por sus amos legítimos, o a ser utilizadas por mí. Espero gastar cosas antes de mudarme de piso en Septiembre, si no habrá que empezar a tirar algo (sobre todo cola-cao, que tengo 4 botes llenos).